La deserción y el abandono escolar se produce por múltiples factores que podrían contravenir la disposición de tiempo, esfuerzo académico y los recursos de las y los jóvenes.
Desde su implementación, el programa de apoyo económico se ha enfocado en atender a jóvenes que vivan en situación de desventaja y requieran apoyo económico para terminar sus estudios.
El programa padrinos ha contribuido a mejorar la vida de las y los jóvenes. Gracias a la generosidad de nuestros donantes hemos acompañado la vida de cientos de jóvenes como Jessica López González. Actualmente Jessica tiene 23 años de edad, es originaria de la Ciudad de México con formación en la Facultad de derecho de la UNAM con especialidad en materia fiscal, su ingreso a la fundación como parte del programa padrinos fue a los 6 años, aquí su historia…
“Conocí la FAJ por casualidad, gracias a una maestra que se dedicaba a dar actividades como dibujo y danza a las niñas y niños de la zona, ella compartió con los padres una convocatoria para ganar una beca por parte de la FAJ, luego de una entrevista, fui seleccionada en el programa de becas por parte de padrinos, en ese entonces yo iba alrededor de mi segundo año de escuela primaria; fue cuando empecé a ir a actividades en el Centro Comunitario el Triunfo de Becerra, como parte del programa, mis calificaciones empezaron a mejorar, ya que se me apoyaba con regularización en aquello que se me dificultaba, toda mi primaria me mantuve con la beca, recuerdo que era divertido, en ciertas fechas, me pedían escribir una carta para mí “padrino” siempre fue entretenido y siempre me agradó poder agradecerles lo que hacían por mí.
A finalizar mi primaria, luego de que mis calificaciones se mantuvieran en un buen promedio, cambie de actividad al “grupo de jóvenes” al cual asistí durante la secundaria y hasta la preparatoria, fue de gran ayuda para mí, no sólo porque la beca aún me ayudaba a mantener mis estudios, que por mi situación familiar y económica hubiera sido complicado, sino porque conocí a otros jóvenes con situaciones similares a las mías, convivir con ellos y con aquellas personas que nos guiaban dentro del grupo, que mayormente eran psicólogos y/o voluntarios, lograron hacer que mi visión fuera más amplia y pasar más fácilmente por mí adolescencia y mis malos momentos, sentir el apoyo que se me proporcionaba por parte de la institución siempre fue un factor importante para mí. Aun cuando inicie la universidad, la FAJ mantuvo un vínculo conmigo y me ha proporcionado su apoyo en distintos ámbitos y lo cual me ha permitido conocer gente maravillosa.
La FAJ siempre fue y será una institución importante para mí, por apoyarme con mis estudios y creer en mí como niña y joven, durante el paso de los años; por todas las trabajadoras y los trabajadores que se tomaron el tiempo de escucharme y guiarme, que me han involucraron en varias actividades, otorgándome maravillosas experiencias; sin duda la fundación es una gran parte en mí, pues es lo que me llevó a lo que soy hoy en día y lo que me impulsa a querer ser mejor”.
La FAJ ha coadyuvado a solventar los gastos escolares, de material de estudio y de manutención personal en general de las y los jóvenes usuarios, en aras de disminuir la posibilidad de que el factor económico impacte negativamente en su permanencia escolar y de ampliar el acceso a oportunidades de continuidad educativa. El programa padrinos realiza un acompañamiento integral para las y los jóvenes que los fortalece e impulsa a cumplir sus sueños.